El papal oficiaba como locatario, y contrataron el servicio 222 del Ministerio del Interior, en donde solicitaron cinco Policías.
Tres de ellos se colocaron en el acceso al escenario deportivo y dos dentro del perímetro, no ubicándose nadie dentro del campo de juego.
Si bien las autoridades de los clubes y el árbitro Barreto buscaron la manera de poder hacer ingresar al campo de juego a dos policías para darle continuidad al espectáculo, recibieron como respuesta que habían sido contratados para estar fuera de la cancha.
También se pusieron en contacto con el encargado de la seguridad privada, quien manifestó que no contaba con personal para cubrir esas necesidades. Por lo tanto, al agotarse todos los recursos y no encontrar respuesta favorable, se decidió suspender el partido.
“Nosotros pedimos el servicio 222 para mayor seguridad. El viernes por la tarde entregamos una nota pidiendo cinco funcionarios, tres para la puerta y dos para dentro de la cancha. Pero hoy (por ayer) cuando nos dimos cuenta había dos de ellos cerca de la cantina y cuando les pedimos para que entren a la cancha nos dijeron que ellos habían sido contratados para estar ahí. Llamamos a las autoridades y nos dijeron que para dentro de la cancha debían mandar seis Policías más, pero que sobre la marcha no se podían cambiar las cosas.
Evidentemente hubo un mal entendido”, señaló a EL TELEGRAFO el presidente de Bella Vista, Andrés Imperial. En otro orden, dirigentes de Centenario manifestaron que se iba a solicitar a la Liga los puntos por entender que la responsabilidad de quien estaba a cargo del espectáculo no cumplió con los requisitos necesarios. A su vez, hubo disconformidad por parte del público debido a que no se les devolvió el dinero del pago de las entradas.
Nota publicada por diario el telegrafo en su portal de internet www.eltelegrafo.com
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